Las profesiones tradicionales entraron en una crisis irreversible. Por ejemplo, hay abogados que antes eran la panacea y ejemplo de prosperidad y éxito, hoy son un ejército de desesperanzados que fundan verdaderos san andresitos del comercio de la Ley. En las grandes ciudades y aún en las pequeñas, hay sitios donde a uno lo halan los abogados para regalarse por $ 20.000 en la presentación de una demanda y otros que al graduarse tienen que tomar el timón de un taxi o emprender el inmediato montaje de un puesto de perros. Aquellos pocos abogados que obtienen algún "éxito" en su carrera, jamás logran buenos niveles de vida, ni mucho menos la libertad financiera y terminan más bien muriéndose detrás de un escritorio con sus sueños frustrados. ¡Y que decir de muchos médicos! Esa profesión tan históricamente apalancada por el gran Hipócrates y que por tanto tiempo sirvió para enriquecer familias enteras y crear dinastías completas a costa de los pacientes, es hoy un lejano recuerdo. Ahora los médicos, después de sufrir por largos años las torturas académicas de unas facultades de medicina que aún no saben que el tiempo ha cambiado todo, se alistan para ingresar a las EPS o IPS a ser literalmente explotados por sueldos que no pagan ni los libros que invirtieron en sus estudios. Por esto, muchos de los médicos actuales que practican su profesión son unos verdaderos apóstoles que viven por pura vocación.
La crisis de las profesiones es muy amplia. Ahí están los administradores, economistas, ingenieros industriales, entre otros, a quienes las universidades educan con una piñata de conocimientos y al final ellos mismos jamás comprenden qué es lo que saben hacer, incluso varios de ellos terminan administrando las empresas de los ricos, en lugar de crear sus propias empresas y de generar su propia riqueza. También vemos diseñadores, publicistas e ingenieros de todo tipo que deambulan pasando hojas de vida y al no encontrar otra opción terminan como profesores de las universidades para que desgraciadamente el ciclo se repita, o en su defecto en un empleo mal remunerado por 20, 30 o 40 años con la única esperanza de una "jubilación" en la vejez y en medio de la escases.
Es por lo anterior que cada día, abogados, médicos, profesores universitarios, ingenieros, contadores y economistas, e incluso empresarios tradicionales, altamente aburridos del tieso mundo que les tocó vivir y de los escasos resultados que sus profesiones les brindan; habiendo invertido muchos años de estudios en sus profesiones, que antes habían visto como lucrativas, las abandonan y nunca más regresan. ¿A donde van? Están montando prosperas empresas en un modelo empresarial que se perfila como una megatendencia y que se llama Negocios en la Nueva Economía . Es una industria de bajo costo, empotrada en Comercio Electrónico (alta tecnología) y que está empezando a brindar las mejores opciones para aquellas y aquellos que no quieren morir sin cumplir sus sueños y metas personales.
Por: Jose de J. Bobadilla
Jose de J. Bobadilla es Abogado de profesión, egresado de la Universidad del Cauca en Popayán y Especialista en Gerencia de Talentos Humanos de la Universidad del Valle y Universidad de Pensilvania, Estados Unidos. También posee estudios en Psicología Social. En su trayectoria profesional se destaca el haber sido Rector de la Corporación Universitaria Autónoma del Cauca, columnista de diarios nacionales e internacionales, co-fundador de agremiaciones académicas y de liderazgo. Actualmente es un exitoso Empresario, cuenta con libertad financiera, reconocimiento en esta industria, y viaja a nivel nacional e internacional dictando conferencias de negocios, de liderazgo y desarrollo humano.
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