Un emprendedor no necesita un MBA para ser exitoso, pero hay una mentalidad establecida que debe cultivar para que crezca su negocio. Los líderes de negocios que se atienen a este tipo de pensamiento son los que llegan al éxito.
Tiene varios aspectos:
Anticipar el fracaso. En un estudio conducido por la Universidad de Duke y la Universidad de California del Sur, 549 fundadores de empresas dijeron que la razón más importante para su éxito fue la habilidad de aprender de sus errores.
Es extraño que un emprendedor lo logre en el primer intento. El paso al triunfo no es recto, está lleno de agujeros y tiene muchas desviaciones. No importa qué tan meticuloso sea tu plan, vas a cometer uno o más errores. Algunos emprendedores, fijos en la idea que tendrán éxito en el primer intento, se rinden sin tratar una segunda vez.
Libérate y delega. Richard Branson, uno de los mejores emprendedores del mundo, confía en un equipo de gerentes para mantener su negocio a flote.
Los motiva a perseguir sus ideas y les provee herramientas para triunfar. Sabe que su empresa creció porque fue capaz de delegar y liberarse.
Tu compañía no va a ascender hasta que no admitas que tú solo, sin importan qué tan duro trabajes, no lograrás mantenerla a flote. Una gran idea puede ser un gran negocio sólo cuando encuentras y confías en la gente correcta para hacer que pase. Los emprendedores necesitan ayuda para lograr sus metas.
Mantente curioso y aprende nuevas habilidades. Estudios de los alumnos de Standford, han enseñado que las personas con una gran variedad de roles en trabajos anteriores, es más probable que sean emprendedores.
Un emprendedor exitoso tiene sed de conocimiento y disfruta aprender, eso lo mantiene efectivo y eficiente. Los iniciadores de negocios se benefician de adquirir nuevas habilidades e ideas que incorporan en su negocio. Hasta la lección más pequeña puede hacer una gran diferencia.
Sigue tus instintos. Una encuesta realizada por la Fundacion Kauffman, encontró que un 98 por ciento de los fundadores de empresas dijo que el querer tomar riesgos es un paso importante para el éxito empresarial.
Los triunfadores confían en los instintos cuando se trata de contratar a alguien para el negocio. Como emprendedor, enfrentarás nuevos retos cada día, te encontrarás en un territorio extraño donde hay muy poca investigación y datos para que tomes una decisión.
Aquí es donde la corazonada interviene. En los negocios riesgosos, los emprendedores aprenden a seguir sus instintos.
Por Murray Newlands
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